Entre el pasado y el presente. Exposición del artista Ai Weiwei en Proa


Mapa de China (2017)


Uvas (2014)


Semillas de girasol (2010) (Detalle)



Ley del viaje (Prototipo B) (2016)


Odisea (2016)



Cangrejo (2011)


    
    Últimos días para presenciar la muestra Inoculación, del reconocido y polémico artista chino Ai Weiwei en Fundación Proa. Compuesta por instalaciones, fotografías, videos y objetos, la exhibición se caracteriza por su intencionalidad política, al efectuar una denuncia del sistema, según su visión, de opresión en la China comunista, a la vez que desarrolla una crítica hacia la sociedad occidental, especialmente en sus trabajos relacionados con la crisis de los migrantes que buscan una solución a sus dramas en Europa. El autoritarismo, la libertad de expresión y los derechos humanos son los temas cardinales que involucran una obra que constantemente busca poner en crisis los sentidos anquilosados o arbitrarios de la política. Se trata de trabajos e intervenciones que ponen de relieve las injusticias sociales a nivel global.
    Quizás el punto más interesante de la exposición -curada por el brasileño Marcello Dantas-, sea el doble movimiento que el artista pone en juego en sus obras entre la tradición y la contemporaneidad. China le otorga una identidad y un sufrimiento al mismo tiempo (el artista fue encarcelado durante 81 días en 2011 por el régimen chino por supuestos delitos económicos, al tiempo que su estudio en Shanghai fue destruido por el estado por identificarlo como ilegal). En esta relación ambigua, el lazo que lo une con su país se manifiesta en la recuperación de técnicas de trabajo ancestrales que representan la historia de China, como por ejemplo el encastrado de piezas de madera para la construcción de objetos, muy distinto a la técnica occidental basada en el uso de pegamento y clavos. Así, Uvas (2014) nos muestra 32 bancos de tres patas entrelazados entre sí, mientras que Mapa de China (2017) ofrece la visión de la diversidad del territorio chino a partir de distintas maderas tielimu recuperadas de templos de la Dinastía Qing (1644-1911) derribados luego de la Revolución Cultural de Mao Tse-Tung. En ambos casos, el artista construye nuevos elementos que alcanzan distintas significaciones. Pero lo que resulta remarcable, es el procedimiento de elaboración de la obra, inspirado en la técnica del ready made (objeto ya hecho) del artista francés Marcel Duchamp, en el que los objetos de origen son recontextualizados en un nuevo ámbito, otorgándoles luego del proceso una nueva función. Se trata de una operación que nació en las vanguardias históricas de principios del siglo XX en occidente, y que Weiwei conoció durante su estadía en Nueva York entre 1983  y 1993. Así, otro ejemplo de este proceso es Bicicletas “Forever” (2017), la gran instalación que Proa dispuso en la entrada de su edificio consistente en la unión de 1254 bicicletas en una obra de 16 metros de largo por 9 de alto. Un objeto de la vida cotidiana china, la bicicleta “Forever”, escasa en un contexto de pobreza, sirve para la construcción de una estructura monumental que interactúa con los transeúntes, al tiempo que alude a la Rueda de bicicleta de Duchamp. Así, tradición y contemporaneidad se enlazan en un mismo trabajo.
    Otro procedimiento destacable que muestra la exposición, es el que pone en escena el trabajo colaborativo de cientos de personas para la construcción de una obra. Es el caso de Semillas de girasol (2010), una instalación que fue pensada originalmente para la Turbine Hall de la Tate Modern de Londres y que se presenta en Proa diseñada específicamente para una de sus salas. Cuando el museo británico le ofreció a Weiwei ese espacio para la presentación de un trabajo suyo, el artista puso en marcha una tarea monumental. Decidió llenar la sala con cien millones de semillas de girasol realizadas en cerámica y pintadas a mano una por una. Para ello contrató a 1600 trabajadores, en su mayoría mujeres, de la ciudad de Jingdezhen, donde existe una tradición de trabajo en cerámica de más de mil años. La acción, que coloca el acento en la labor colectiva y artesanal del pueblo para un fin estético, vincula nuevamente un saber tradicional con un producto de arte contemporáneo. Entre otros sentidos posibles, las semillas de girasol fueron comparadas con el pueblo chino que seguía la luz de Mao Tse-Tung. La instalación que fue pensada para Proa, conserva el espíritu de la puesta original y consiste en 15 toneladas de semillas. Como cada vez que Weiwei presenta esta obra, la misma va acompañada de un video que muestra el proceso de trabajo.          
    Con respecto a la crisis de refugiados, Weiwei realizó varios abordajes. Uno de ellos fue la filmación del documental Human Flow (Marea humana), para el que visitó 23 países y 40 campamentos de refugiados, poniendo de relieve la magnitud del problema de los migrantes. Pero esa realidad lo llevó a considerar que la explicación del conflicto va más allá de lo local: “No hay crisis de refugiados –dijo-, sólo crisis humanas. (…) En el trato con los refugiados hemos perdido nuestros valores más básicos. En este tiempo de incertidumbre, necesitamos más tolerancia, compasión y confianza mutua, ya que todos somos uno.” Otra reacción del artista frente a esta problemática es la creación de una obra, en este caso una instalación. Se trata de Ley del viaje (Prototipo B) (2016), un bote inflable de gran escala (16 metros), realizado en PVC que contiene 51 figuras humanas entre adultos y niños, en color negro. Son los migrantes oscuros que sueñan con alcanzar las costas europeas para escapar de la desesperanza.
    A su vez, la sala está rodeada de un empapelado denominado Odisea (2016), en el que el artista alude a la obra del poeta griego Homero y a los peligrosos viajes de los migrantes en busca de otras tierras. Tomando como referencia las batallas dibujadas en las primitivas vasijas griegas y a otras antigüedades egipcias, lo plasma actualizándolas con los conflictos de los migrantes actuales.
    La muestra que se presenta en Proa reviste un carácter particular, ya que se trata de la primera vez que Weiwei presenta sus trabajos en América Latina, lo que representa una oportunidad para acercarse a la obra de un artista que hizo del arte contemporáneo y la disidencia política una marca personal.            


Orlando Speranza


En Fundación Proa
Av. Pedro de Mendoza 1929   
La Boca, Caminito
Hasta el 2 de abril

De martes a domingo, 11 - 19 hrs.


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